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El Romance en los Supermercados: La Hora de Ligar en Mercadona
Descubre cómo el ambiente de Mercadona se convierte en el escenario perfecto para el romance. En este artículo, exploramos historias, consejos y anécdotas sobre ligar en el supermercado, donde el amor puede estar a la vuelta del pasillo.
El Amor en los Pasillos de los Supermercados
A medida que el caluroso verano comienza a desvanecerse en España, el romance parece florecer en un lugar insólito: los pasillos con aire acondicionado de los supermercados. Pero esta peculiar búsqueda de amor solo ocurre durante una hora al día, y con un distintivo poco habitual: una piña colocada al revés en el carrito de la compra, como señal para otros corazones solitarios de que estás disponible.
Los medios de comunicación españoles han atribuido el inicio de esta divertida tendencia a la humorista Vivy Lin, quien, junto a su amiga Carla Alarcón, se grabaron haciendo la compra en Sevilla hace unas semanas. En el video que se volvió viral, Lin comentó que había notado una franja horaria muy específica —entre las 7 p. m. y las 8 p. m.— en la que los pasillos del supermercado más grande de España, Mercadona, se llenan de hombres y mujeres solteros que deambulan sin rumbo fijo y, curiosamente, sin adquirir nada.
Con un guiño a la cámara, Lin llegó a la conclusión de que solo podían estar haciendo una cosa: “ligando”, es decir, en busca de una cita. Con una sonrisa pícara, acuñó la frase “la hora de ligar en Mercadona” y subió su video a TikTok, desatando una ola de creatividad entre los usuarios.
- Una mujer de cabello oscuro, vestida para deslumbrar, se pintó los labios de un rojo vibrante y posó junto a estanterías repletas de productos.
- Chicas en shorts de verano y camisetas atrevidas recorrían los pasillos, coqueteando junto a las secciones de vinos.
- Un joven con un traje elegante y el cabello un poco despeinado sonreía tímidamente, levantando una ceja a sus compañeros de compra.
Esta nueva forma de socializar ha despertado risas y curiosidad entre los consumidores, transformando una simple compra en una oportunidad para el amor. Así, los supermercados, que normalmente son solo lugares de abastecimiento, se convierten en un escenario inesperado para el romance y la conexión humana.