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Namibia enfrenta crisis de hambre y sacrifica animales para alimentar a la población
Namibia enfrenta una grave crisis de hambre que ha llevado a sacrificar animales para alimentar a su población. Descubre cómo esta situación impacta a las comunidades y las medidas que se están tomando para enfrentar esta emergencia alimentaria.
Namibia enfrenta una crisis de hambre y toma decisiones drásticas
Namibia, una nación situada en el sur de África, se encuentra en una encrucijada crítica a medida que planea sacrificar cientos de sus animales más emblemáticos para alimentar a una parte significativa de su población. Actualmente, alrededor de 1,4 millones de personas, que representan casi la mitad del país, están sufriendo debido a una severa crisis de hambre, provocada por la peor sequía que ha azotado la región en más de un siglo.
De acuerdo con el plan del gobierno, se contempla la caza de 723 animales salvajes, incluidos 83 elefantes, con el objetivo de proporcionar alimentos a la población en necesidad. El Ministerio de Medioambiente, Silvicultura y Turismo de Namibia ha declarado que esta acción es “necesaria” y está “en consonancia con nuestro mandato constitucional”, el cual establece que los recursos naturales deben ser utilizados en beneficio de los ciudadanos namibios.
Esta estrategia, aunque impactante, no es completamente inédita. La directora de la oficina del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en África, Rose Mwebaza, destacó en un correo electrónico que “la extracción sostenible y bien gestionada de poblaciones sanas de animales salvajes puede ser una valiosa fuente de alimentos para las comunidades”.
La sequía que azota a Namibia es parte de un problema más amplio que afecta a gran parte del sur de África. Según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, más de 30 millones de personas en toda la región están enfrentando dificultades alimentarias debido a esta crisis.
Las sequías son fenómenos comunes en el sur de África, y la región ha experimentado varias en la última década, incluyendo un periodo crítico entre 2018 y 2021. Sin embargo, la situación actual ha sido particularmente devastadora y generalizada. Juliane Zeidler, directora nacional del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Namibia, ha señalado que la gravedad de esta sequía es alarmante y ha afectado a comunidades enteras.