Daniel Sancho Bronchalo condenado a cadena perpetua por asesinato en Tailandia

Condena a Daniel Sancho Bronchalo en Tailandia

Un tribunal de Tailandia ha condenado a Daniel Sancho Bronchalo, hijo del reconocido actor español Rodolfo Sancho, a cadena perpetua tras hallarlo culpable del asesinato de un cirujano colombiano. Este caso ha capturado la atención mediática internacional debido a la notoriedad de su familia y la naturaleza escalofriante del crimen ocurrido en una de las islas más turísticas del país.

El juicio, que se llevó a cabo en mayo en la famosa isla de Ko Samui, fue un proceso prolongado y complejo que atrajo los ojos del mundo, especialmente por el trasfondo de la familia de Sancho y el entorno festivo donde se desarrollaron los eventos. La isla es conocida por sus impresionantes playas, fiestas vibrantes y la celebración de la luna llena, que atrae a miles de turistas cada mes.

La fiscalía acusó a Sancho, de 30 años, de asesinar a Edwin Arrieta Arteaga, un cirujano de 44 años originario del norte de Colombia, en agosto del año pasado. Se informó que ambos hombres se habían conocido a través de Instagram un año antes y habían tenido una relación sentimental que los llevó a encontrarse durante las festividades de luna llena en la isla de Koh Phangan.

Durante el juicio, se presentaron pruebas que indicaban que Sancho, un chef aficionado que publicaba videos de cocina en YouTube, había adquirido previamente cuchillos y una sierra antes de reunirse con Arrieta. Los fiscales argumentaron que Sancho llevó a cabo el asesinato y posteriormente desmembró el cuerpo de Arrieta, desechando algunas partes en un vertedero de la isla y otras en el mar. Después de asistir a una fiesta de luna llena la noche siguiente al crimen, Sancho reportó la desaparición de Arrieta a las autoridades locales.

Sancho, cuya madre, Silvia Bronchalo, también es actriz, se declaró culpable de ocultar el cadáver y, durante el juicio, admitió haber desmembrado y deshacerse del cuerpo de Arrieta. Este caso ha dejado una profunda huella en la opinión pública y ha suscitado un intenso debate sobre la violencia y la seguridad en destinos turísticos populares.