La estrategia migratoria de Kamala Harris ante el escrutinio republicano

La estrategia migratoria de Kamala Harris bajo el escrutinio republicano

Mientras los republicanos buscan argumentos contundentes para criticar a la vicepresidenta Kamala Harris, han centrado su atención en el papel que ha desempeñado en las políticas migratorias y fronterizas del gobierno de Biden. Intentan culparla del notable aumento de inmigrantes que han llegado a Estados Unidos en los últimos años. Sin embargo, un análisis más profundo de su participación revela un panorama más complejo.

Es importante señalar que el presidente Biden no le otorgó el título de “zar fronterizo” ni la responsabilidad directa de supervisar las políticas de aplicación de la ley en la frontera entre EE. UU. y México, como ha sugerido recientemente la campaña de Trump en su primer anuncio publicitario en su contra. No obstante, Harris ha estado involucrada de manera significativa en esfuerzos para gestionar la crisis migratoria y mitigar el impacto del aumento global de migrantes.

A lo largo de los primeros años del gobierno de Biden, el número de migrantes que cruzan la frontera sur alcanzó niveles históricos en varios momentos. Sin embargo, es notable que los cruces han disminuido a sus niveles más bajos desde que Biden y Harris asumieron el cargo. Este cambio de tendencia sugiere que, a pesar de las críticas, sus esfuerzos podrían estar dando frutos.

Los primeros intentos de Harris en este rol y en las políticas de gestión de la migración fueron recibidos con críticas, incluso por parte de algunos demócratas. Muchos consideraron que su enfoque era torpe y contraproducente, especialmente cuando se le interrogó sobre su ausencia en la frontera. Algunos de sus aliados llegaron a pensar que se le había asignado una misión sin posibilidades de éxito.

En los inicios de la administración Biden, Harris asumió un papel que se podría describir como una combinación de recaudadora de fondos y enlace entre los líderes empresariales y las economías de Guatemala, Honduras y El Salvador. Su intento de persuadir a empresas de diversas partes del mundo para que invirtieran en Centroamérica y generaran empleos para los potenciales migrantes tuvo resultados positivos, según indican expertos en inmigración y funcionarios del gobierno, así como exfuncionarios que han analizado su desempeño.